miércoles, 4 de junio de 2014

Liderar con el ejemplo

“Dar el ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, es la única”. Albert Einstein


Una de las principales características del Liderazgo es la   influencia en la conducta.  Para influir en la conducta, más allá de los dichos y de las acciones que puedan encararse especialmente para tal fin, valen los hechos, el propio ejemplo.

El buen ejemplo genera respeto y autoridad, como dice la frase atribuida a Albert Einstein, “dar el ejemplo no es la principal forma de influir en los demás, es la única”.
Los ejemplos influyen los comportamientos del equipo, y  van creando cultura, la cultura de todos los días.
¿Cómo nuestros comportamientos contribuyen a formar cultura?

Comportamiento del Líder
Contribuye a crear una cultura de:
Admite los propios errores. Pide ayuda cuando no puede/no sabe
Humidad y autocritica. Apertura al aprendizaje, innovación
Establece objetivos y hace seguimiento de compromisos
Responsabilidad
Orientación a resultados
Los errores e incumplimientos se comunican.
Frente al incumplimiento no hay excusas.
Orientación a resultados. Respeto
Los logros del jefe, son logros conjuntos
Trabajo en equipo
Los errores del equipo, son asumidos como errores del jefe
Responsabilidad, autoridad
Da feed back a los presentes. No habla mal de los ausentes
Confianza
Escucha al cliente. Las decisiones son tomadas pensando en el cliente
Orientación al cliente
Los desacuerdos se plantean dentro del equipo
Trabajo en equipo. Respeto
Cuando se toma una decisión las personas actúan apoyándola
Trabajo en equipo. Respeto
Los desacuerdos los expresa en el ámbito  correspondiente
Respeto a las jerarquías y roles
Frente a las situaciones observa lo positivo y la oportunidad de mejora
Positividad. Aprendizaje
Cuando no sabe, pregunta. Cuando sabe, pregunta
Aprendizaje, trabajo en equipo, mejora continua de la calidad
Cuando observa una oportunidad de mejora, la emprende. Da feed back evolutivo o correctivo,  “critica” la tarea y no a la persona.
Proactividad. Creación de valor

Una de las tareas más difíciles que tenemos, no sólo como líderes sino como personas es la coherencia e integridad entre lo que decimos y hacemos. La coherencia entre los valores que profesamos (o creemos profesar), y el modo en que actuamos e interactuamos.

La posibilidad de crecer como lideres (y como personas), no está solamente relacionada con nuestra capacidad incorporar conocimiento y experiencia, sino también con la toma de conciencia. Con volcar la  mirada hacia el interior y admitir la posibilidad de revisar la coherencia entre la persona que estamos siendo (manifestada en nuestros actos) y aquella que deseamos ser.

El primer desafío es liderarse coherentemente a uno mismo,  tener metas claras,  empatía, autodisciplina, y actuar de acuerdo a nuestros valores y principios.

Aquí van unas simples sugerencias para ampliar el autoconocimiento:

·         Establecé pequeñas metas medibles y alcanzables, sé consecuente y autocritico

·         Anotá tus comportamientos diarios

·         Revisá qué ejemplo estás dando

·         Elegí un acompañante,  puede ser un amigo, un profesional para el desarrollo personal o un coach, que te desafíe gentilmente y te aliente y ayude en el camino.
Cuadro de texto: